Giovanni Francesco Barbieri, conocido como Guercino
(Cento 1591 – Bologna 1666)
Retrato del cardenal Bernardino Spada
Óleo sobre lienzo, cm 87,8×96,8
Magnífico retrato de medio cuerpo pintado por Guercino en Bolonia en 1631, cuando el cardenal Bernardino residía en la ciudad emiliana para desempeñar sus funciones de legado papal.
La mirada directa e intensa del cardenal revela el compromiso de un hombre de acción, empeñado en la extraordinaria empresa de construir la fortaleza de Urbano en Castelfranco Emilia, ordenada directamente por el papa Urbano VIII Barberini para defender las fronteras de los Estados Pontificios. A diferencia de Guido Reni, que realizó un icono perfecto y supratemporal, aquí Guercino subraya la historicidad de la empresa, representando al cardenal Bernardino mostrándonos para siempre el plano en forma de estrella del imponente complejo fortificado construido gracias a su habilidad operativa. El uso de colores ricos y atractivos contribuye a lacomunicación establecidaentre pintor y artista: en los ojos del cardenal podemos leer el signo de las dificultades encontradas en su papel de «superintendente» de las obras.
