Conocida como la Perspectiva, la columnata del palacio Spada fue comisionada por el cardenal Bernardino a mediados del siglo XVII.
La asombrosa invención representa uno de los mayores ejemplos del ilusionismo barroco y es uno de los más altos logros del arquitecto Borromini, aquí ayudado para los cálculos científico-matemáticos por el padre agustino Giovanni Maria da Bitonto.
Construida en 1653, la Perspectiva conserva aún su formidable capacidad para engañar al espectador, ya que la corta galería se percibe, mediante una serie de ingeniosos artificios, como una larga columnata.
Situada en el ambiente reservado del Jardín Secreto, la columnata de Borromini estaba originalmente rematada con un muro pintado que simulaba un denso bosque; hacia mediados del siglo XIX, el príncipe Clemente Spada, con exquisito gusto teatral, hizo que se le añadiera una estatua de guerrero que, aunque grande en el fondo, es de tamaño reducido.
El maravilloso dispositivo arquitectónico es también y sobre todo una advertencia moral: la grandeza de las cosas en el mundo es, en realidad, sólo apariencia.